20.4.09

ME

Odio las mañanas, en serio, las odio. Cada vez más mis párpados parecen hechos de plomo macizo al sonar el despertador. Las 7:45, demasiado temprano. Quince minutos más. Las ocho??¡¡ No me da tiempo, no me da tiempooo! Y, en efecto, la mayoría de los días no me da tiempo. Es horrible: levantarme, hacer malabarismos para bajar a Lúa de mi cama (que se hace la remolona como nunca lo he visto en un perro), hacer la cama, ducharme y vestirme. El desayuno hace meses que pasó a mejor vida. Coger el bus de menos cuarto, sabiendo que no me sirve de nada, llego tarde. Esto mismo se repite cada mañana y, como podría esperarse, esta mañana también, con la diferencia de que mientras caminaba con paso firme hacia la primera cafetería que me ofreciera un chocolatito caliente (siempre termino en la misma jaja!), ya me estaba planteando esta presentación y, sí, comenzaba así: "Odio las mañanas, en serio, las odio".

"Buenos días, ¿un chocolatito, por favor?". Por fin a salvo, "La Colmena". Siempre imagino que es la de Cela, aquella en la cual las vidas ajenas se cruzan y donde las historias más insospechadas son contadas por los labios de sus protagonistas. Al fin y al cabo, todos somos protagonistas de una gran película, la nuestra, la vida. "Muchas gracias, ¿no hay churros? [...] Vaya, pues espero a las nueve y media." Sigo dándole vueltas a esta presentación/introducción y descubro con sorpresa que tengo muchísimo que decir, pero quiero mantener la emoción, incluso para mí misma, y sabes qué voy a contar día a día, sin agobios.

Posiblemente no tengo la vida más emocionante, ni la más "cool", ni la más "glamourosa". Simplemente lo es, todo lo que puede serlo la de una estudiante de segundo de bachillerato, con toda la vida por delante, muchos cambios que vivir y muchas, muchísimas metas que alcanzar. Adoro la moda y considero, muy seriamente, que hasta el momento no me he atrevido con ella, pero ahora tengo ganas de ver en mi todo lo qe adoro ver en otras personas y en mi imaginación. No creo que lo consiga, ni que me convierta nunca en un fashion icon, pero me encantará compartir lo que me encanta. No me quedan más palabras, sólo un cierto miedo escénico.

1 comentario:

Pablo Aguilar Bueno dijo...

simplemente... alucinante. Cada día me apasiona más como escribes.